Trato de explicar el fin de esta mutación
Colores que se mezclan y forman otros, de igual belleza, de igual individualidad.
Y la toxicomanía, adherida al pecho casi por voluntad estatal.
Nadie mas de gris, nadie mas con la ropa tan planchada, haciendo juego con colores pasteles en los accesorios y zapatos.
Dandys, damas de compañía, deseosos copulantes erráticos, que mecen las trompas en las fuentes de las plazas.
Cañada e Illia, costanera de grandes y erráticos árboles que se alimentan de las filtraciones del canal, de los edificios y de la gente que muere ahí y refugia ejércitos de dealers que venden tierra.
Ya comí de ese fruto.
Me trato de explicar el mamarracho, la falta de tacto y el puto silencio de sus ojos nítidos.
Somos todo perros.

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