11 de noviembre de 2005

Mamita




Mostrame tu dolor,
decime quien te marcó a fuego y para siempre.

Quitame esta pena,

devoremos el fracaso, entre las sabanas y a oscuras.

Que todos vean la resurrección.

¿Que promesas puedo yo ladrar?,

¿quien te las pide y quien te las da?

Si tuviera una chance de abrir tu caparazón,

de husmear en tu interior

y dejar salir mi libre expresión.

Mamita, dejame tocarte la cola,

que acá nadie nos vé.

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