25 de enero de 2006

Lagartos en frascos de formol


¿Porque nunca me preguntaste si estaría vivo para la tarde?

Dios ya no contesta mis mensajes.

Seguro estará enojado con este poco creyente enemigo.

Al final, debería culparlo de todo. Al final Él me creó. Como creó a Nietzsche, como creó a Keith Richard.

Todos somos lagartos en un frasco de formol, esperando ser olvidados en la oscuridad de un polvoriento estante.

No hay comentarios.: