28 de febrero de 2006

Centrinos de Placer

No sé en que momento me volví adicto al rock, al desenfreno al menos una vez por año.

Centrinos de placer vigorizante, el beat de Keith Moon, desenfreno y erotismo en el gran Casa Babilón.

No tengo quejas, no señor. A pesar que siempre faltó filo, nos arreglábamos como se podía.

Ahora si no tengo plata me deprimo. Pero allá estuve 10 putos años sin una moneda en mis bolsillos roídos.

Soy un sátrapa sinvergüenza.

No hay comentarios.: