14 de abril de 2006

El temor de piraña sin estanque

Nadie le había picado el boleto y seguía esperando a la divina anti-soledad.

Nadie le había susurrado al oído las mentiras más dulces, ni las verdades más diáfanas.

Pero a todos nos llega la hora, a todos nos matan la libertad.

Sus curvas arrugaban a todos.

Demasiado perfecta, demasiado inmoral.

No pude mirarla a los ojos y decirle lo que todos saben.

“Nadie más linda que ella.”

El estacionamiento era la oportunidad de adelantarme a los lobos.

Solía dejar mi coche cerca del suyo y ella cerca del mío, pero Tatita no sabe de amor, no sabe de la soledad que nos aqueja.

El temor de piraña sin estanque, se apoderó de su pretensión y bajó el precio de su amor.

3 comentarios:

AZRAEL dijo...

muy lindo relato...me encanta!!!

AZRAEL dijo...

por sorteo,pero me agradecio mucho tu presentacion y el alto nivel de nuestro idioma. De donde sos? Yo soy de la argentina.

AZRAEL dijo...

por sorteo en el sitio de red. Me impresiono mucho tu presentacion y el alto nivel de nustro idioma!