Salí a buscar un sentido que se me había perdido.
Salí a pregonar, bellos recuerdos, de textura suave y de placeres secretos.
Y encontré torcido tu amor, latiendo sobre mí.
Era toda sed y angustia.
El cuarto a oscuras fue nuestra pasión y la pasión fue solo nuestra.
Pero de las sombras apareció, viejo fantasma, de intriga y dolor.
Suplicante daño tu corazón y muero.
Seré ceniza hoy.

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