Simulacros de placer, te chupan la sangre y se agotan, ebrios del festín.
Solo me quedan monedas y el corazón lastimado, entre tanto agitado desenfreno y el muerto que ya no me llama más.
Partidas y cartas, las que nunca te muestro, las que quemo en silencio y a escondidas.
Y yo?
Coagulo de tu coagulo, el rencor teje silencios y la distancia se apiada de ambos.
Si moriría abrazado a tu seguridad, pero no somos nada ya.
Madurando a pedradas.

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