Al final sentirse vivo es saber del dolor esperando en cualquier esquina, delantando viejos secretos ocultos en la oscuridad de una memoria que no quiere recordar mas.
Despues de todo, la soledad no deja de ser una buena compañía. Señales de resignación se tejen com
o redes en una ciudad de cemento.
Los caminantes son solo caminantes y el viento lleva melancolía en sus brisas que duelen en la espina, como un lazo de metal frío.

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