6 de marzo de 2006

Eternauta


Cedí mi porción y me quedé en la mesa.

Recordé mirando a la pared tus hombros siempre desnudos, siempre iluminados.

Intercedí entre mis demonios y les rogué por un poco de compasión y algo de paz.

Pero nada aún se me ha concedido.

Nadie me ha dado las respuestas. Ya agotado ni las busco.

Solo pienso en resignarme a nunca ser.

Estoy atado a las penas más grises y a los soles más opacos.

¡Que maldición!

Imagino un naufrago en esta galaxia.

Ese soy yo.

Imagino un naufrago en esta galaxia.

Esa es.

No hay comentarios.: