Huecos en la memoria

Y si después no hay vuelta?

Y si al abrir no hay nada?

Quedará sola y embriagada como en esos tiempos en que no éramos nada.

Al menos el amor no estaba en mi menú.

Fotos en ámbar y en blanco y negro tiradas en mi cama y yo rodeado de ellas.

Son memorias que no encuentro, atisbos que no percibo entre el vuelo de una pollera verde floreada.

Septiembre apronta los besos de esquina.

Ayer Clara me dijo al oído “no te escucho sin un arma apuntándome en la sien”.

Pero soy de los que usan poco las armas, casi nada diría.

Prefiero ser un bicho hueco de oficina como peor opción.

Y si las palmas están vacías entonces resueno en canciones suicidas, de ese viejo punk de Gillettes y morfina.

Alguna memoria queda relegada en este baño acido pre De la Rua, el helicóptero y las lágrimas que se me escaparon esa tarde frente al televisor.

Había que amortiguar la golpiza, la talentosa aporreada que me dio la facultad, alguna verborragia, el delirio del misticismo ateo, la calle y sus veredas, las veredas y sus verdades, el palier del edificio en el que dormía, el sueño que me atrapaba ahí a plena luz de domingo y yo sin poder levantarme.

Los días por la calle Paraná after Cris y el demoledor encanto de su amistad me dejaron en la orfandad solitaria que la paranoia alcalina me servía en platos fríos y a puertas cerradas, cortinas oscuras y el sol que no se podía ver.

El plato, el vino y algún poeta que se prendía fuego en mi esquina, me amoldaban la vida, me daban la estética que mi nariz necesitaba en el frío, en la noche, en lo negro de tu remera.

Miles Davies lloraba en la menor y acongojado no podía evitar seguir deprimido y encandilado por un fantasma de cabello negro y mirada perversa.

Las drogas al final solo dejaron un hueco en mis bolsillos y una mueca irrecuperable.

No hay muchos recuerdos y la memoria es tibia y débil, pienso pero me niego.

Es que no soy nada sin ellas y ellas me aman.

Soy su mejor amante y yo el mejor pretexto para estar en la heladera congelándose junto al vodka.

Quien este libre de este tick nervioso que tome la primera línea, que yo sigo después.