23 de julio de 2009

Rayo de fuego

Miro al espejo y no me veo, te guardo en secreto, resto una línea, amargo el paladar. Presiento el vapor que chorrea sobre las paredes de esta celda escondida en mi sistema neuronal.
Agito el paso, se asoma la persecución, las balizas, sirenas y lobos ladrándome fugitivo.
No saber a donde huir, no tener un hueco a donde descansar mi cuerpo agotado de tanto trajín.
Traiciones malogradas, viejos trastos de tu olvido. No me verán deteniéndome. No seré de los que sufren por el encierro.

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